Descripción

Este estabilizador para puerta trasera, código 12‑1575, está diseñado para ofrecer una solución duradera y eficaz que garantiza un funcionamiento suave y silencioso de la puerta trasera. Compatible con vehículos de la marca Land Rover, específicamente para modelos Range Rover Sport fabricados entre 2005 y 2013, este estabilizador está construido con componentes de alta resistencia que cumplen con los estándares OEM (Original Equipment Manufacturer), lo que asegura un ajuste perfecto y una larga vida útil.

La pieza está fabricada principalmente en metal robusto y cuenta con terminales diseñados para resistir golpes, vibraciones y corrosión, manteniendo la integridad funcional del sistema de apertura y cierre de la puerta trasera. Este estabilizador mitiga los efectos del desgaste en los sistemas hidráulicos y resortes, proporcionando una operación controlada y estable.

Entre sus principales ventajas:

• Reducción del ruido y vibración: elimina el molesto chirrido o “gruñido” al abrir o cerrar la puerta trasera, garantizando una experiencia de uso más silenciosa y confortable.

• Mejor control de apertura: ofrece una carga equilibrada y progresiva, evitando que la puerta se cierre de golpe o se abra demasiado deprisa.

• Ajuste OEM fácil: su diseño específico para el Range Rover Sport permite una instalación rápida y sin necesidad de adaptaciones o herramientas especiales.

• Alta durabilidad: fabricado para soportar condiciones de uso exigentes, incluyendo cambios de temperatura y exposición a agentes ambientales.

Este estabilizador actúa reforzando el sistema de retención de la puerta, manteniendo una tensión óptima y prolongando la vida útil tanto del estabilizador como de los resortes originales del vehículo. También previene impactos bruscos que podrían dañar bisagras o paneles interiores, supliendo de forma eficaz a los mecanismos originales cuando estos presentan señales de desgaste, falta de tensión o ruido durante su función. Ideal para talleres, mantenimiento preventivo o para usuarios que buscan preservar la funcionalidad y estética de su Range Rover Sport.

La instalación es un procedimiento sencillo y rápido que puede realizarse en el propio coche sin desmontar interiores. Se retira el estabilizador defectuoso y se reemplaza por el nuevo, asegurando que los terminales encajen perfectamente en los puntos de anclaje originales. Esto permite reducir notablemente los tiempos de reparación y minimizar costos adicionales.